ESTA HISTORIA EMPIEZA
COMO TODAS LAS BUENAS
HISTORIAS: EN UN BAR
Una pareja de estudiantes en Colorado baja de un día épico de montaña, botas embarradas, y se toman una cerveza en un boliche del pueblo. Suena buena música, la gente disfruta y la cerveza es perfecta. Toman una blanche que cala hondo. La experiencia se vuelve transformativa.
Desde ese día nace la idea de hacer una cervecería.
UN ESPACIO DONDE PODER REUNIR A LA GENTE, CONECTARSE CON LA COMUNIDAD Y CELEBRAR LA BUENA CERVEZA.
¿Qué hicieron?
Recorrieron el mundo probando las mejores cervezas artesanales y sus cervecerías.
Volvieron a Chile, juntaron a sus amigos, estudiaron, preguntaron, pidieron ayuda y trabajaron muchísimo. Tomaron mucha chela también.
Entendieron cómo funcionaba el sistema a nivel nacional. No les pareció bien y decidieron crear un nuevo formato de negocio para su cervecería independiente.
Forjaron a pulso una marca en la cual se reflejaran sus valores y principios. Querían una cervecería con una visión de mundo curiosa y creativa, la cual debiese transmitirse en cada acción y producto de ella.
Hicieron mucha cerveza. Muchísima. Botaron mucha cerveza también. El aprendizaje fue tan estimulante como desafiante. La meta era lograr una cerveza de calidad excepcional. Y lo lograron.
Y ASÍ NACE TROPERA. HOY TENEMOS 8 ESTILOS DE CERVEZA Y 6 BREWPUBS EN LA PATAGONIA CHILENA. TODO ESTO GRACIAS A UN TRABAJO COLECTIVO, DIFÍCIL E INFINITAMENTE GRATIFICANTE.
Amamos la chela y a la comunidad que disfruta de ella. Ahora vemos en nuestros locales a la gente volver de sus expediciones, reunirse y celebrar la cerveza.
Y eso nos hace felices. Muy felices.